jueves, 15 de marzo de 2012

Ruta de las carcavas 14-03-2012

Eran las 10h. de la mañana, como cualquier miércoles de periodo lectivo. Pintaba un día bueno y un poquito pasado de temperatura para la fecha en que nos encontramos. Un coche plateado me recoge y junto con otros tres aguerridos marchosos nos dirigimos a la M-30 para posteriormente enlazar con la carretera de Burgos y alcanzar nuestro primer objetivo que no es ni más ni menos que la Presa del Pontón de la Oliva.


Allí a las 11,15h, como si todos nos hubiéramos educado en un English College, nos reunimos con el resto de los marchosos convocados. Hoy solo somos siete, JP, JA, Paco, Jero, Chicho y yo mismo que me llamo Pablo como mi padre. Ha habido varias bajas ¿miedo, bajas justificadas?.

Después de cambiar unas palabras con un aguerrido escalador- supongo- de los muchos que siempre encontramos por estos lares y, aunque ahora más, por eso que denominan crisis y a falta de tener donde ganarse las habichuelas deciden ir a ver si se rompen la crisma subiendo por las rocas que a lo mejor es menor riesgo que aguantar la presión estructural que nos agobia y hasta nos hace, mejor dicho, las hace abortar.

Iniciamos los siete, en amor y compañía, la subida por el por la pista asfaltada de servicio al CYII y después al alcanzar la primera curva tal y como dice el manual, nos metemos por un camino que resulta ser, quien lo diría, un GR. Andamos unos metros por ese camino cuando divisamos en el cerro inmediato a nuestra derecha, bueno según se mire, un camino de máxima pendiente por donde deberíamos haber subido para alcanzar lo antes posible la visión de las cárcavas. Seguimos unos metros más y el líder carismático, con otros tres marchosos, se dejan caer a su derecha según van para luego ascender por el cerro inmediato y alcanzar las cárcavas, Tres “marchoflautas” decidimos hacer la ascensión por una zona de menos desnivel y seguimos por el cauce del arroyo, debe ser por eso de que está seco. Divisamos a un grupo de gamos que salen de entre las trochas, lo único agradable de esta escapada, y cuando ya nos convencemos de que por allí al único sitio que podemos llegar es a Alpedrete y pedir que ahí nos recojan a la vuelta, hacemos una machada y nos subimos por una trocha a la derecha, en cuya ascensión nos acordamos de nuestro espíritu de aventura y alguno hasta farda de que como tiene el carnet de la Federación puede llamar al helicóptero si las cosas se ponen feas. Mas.

Al fin los marchoflautas después de mucho esfuerzo y sufrimiento conectan con el resto del grupo y todos tan felices. Nos comemos los frutos secos y le damos los primeros tientos a la bota, eso sí, mirando a las cárcavas.



Después de este breve descanso para algunos seguimos por el camino, dejando las cárcavas a la derecha y nos adentramos entre jaras y algún que otro almendro en flor hasta alcanzar la pista asfaltada del CYII. Descendemos por dicha pista que en general no le gusta a nadie y protestando del calor, el polvo, y de quien habrá elegido a excursión. Algunos para hacer más ameno el camino se pasan por encima de las conducciones del agua que van quedando a derecha e izquierda, entre curva y curva del camino. Por fin alcanzamos una caseta de control de canalización que da una sombra y un fresquito que se agradece en un día como este y cerca de las tres de la tarde. Comemos y comentamos, como todos los miércoles sobre lo divino y humano y además arreglamos un poco el país, que falta le hace, y seguimos, ya que hay algún marchoso que tiene que ir al
médico, que cosa más rara a nuestra edad aunque yo creo que ha quedado con alguien.

Según bajamos y, para completar la jornada, nos acercamos a la cumbre de la hoz que encajona al rio Lozoya hasta su llegada a la presa del Pontón de la Oliva. Admiramos el paisaje que se divisa desde esa altura y descendemos a su lecho. Como ya he comentado anteriomente, se encuentra abarrotado de numerosos jóvenes realizando escalada. Paco como de costumbre, comparte sus experiencias con alguno de ellos y con algunas de sus chicas Por fin alcanzamos la presa y la atravesamos por un aliviadero que actualmente está seco y llegamos a los coches donde nos despedimos de los marchosos norteños pues tienen mucha prisa por eso de la cita.

El resto acabamos el día alrededor de cañas, cafés, acuarius y copa de Castellana con hielo, en el único bar que encontramos abierto en Patones.

Pablo




7 comentarios:

Manuel Navarro Seva dijo...

Una detallada crónica en la que se toman con humor e ironía los distintos avatares de una marcha que me suena a calor y esfuerzo desmedido, especialmente para esos animosos y sufridos marchoflautas.
Recuerdo la excursión, las cárcavas y los escaladores de hace unos cuantos años. Y eso que a mí las marchas se me confunden en la memoria.

Saludos,
Manolo.

Anónimo dijo...

Una descripción muy rapida , muy precisa y con sentido del humor.
Está muy bien que en estos tiempos de crisis se tenga sentido del humor y se emplee también en describir las vicisitudes de una marcha que en algunos momentos debió ser dura.
Por lo que veo se siguieron los cánones del grupo.
O sea:
a)No seguir el camino trazado por Angel Campos

b)División en grupos
c)Pérdida momentánea del conocimiento de la situación.

En todo caso me hubiera gustado estar, porque al final lo que cuenta es un día al aire libre con buena compañía y haciendo ejercicio.
M.A Lázaro

Anónimo dijo...

Me he reído mucho. Uno podría pensar que con esa risa del que ve cómo alguien da un traspiés y se cae. Pero no, es por el relato. Ameno, y lleno de buenas imágenes. Desde ahora quedará en nuestro argot montañero un nuevo termino : marchoflauta. No sé si habría que decirle a Manolo que pida a Google permiso para cambiar el nombre de nuestro Blog. Los niños del "English College" no podrían dejar de hacer honor a su espíritu de aventura. Además, si no hay anécdotas, ¿qué coño le contamos después a la gente?.

Chicho

JP dijo...

No nos quiere contar con detalle Pablo lo que pasó en ese desvío que hizo su grupo y que les retrasó el acceso a las cárcavas. Por dónde accedieron a la ladera cruzando el arroyo seco? Encontraron un camino o tuvieron que luchar a machetazo limpio con las escobas y los rosales?
Yo crucé el arroyo el primero y creí seguir el camino oficial pero cuando me quise dar cuenta no venía nadie conmigo. Se ve que ya soy poco de fiar y es que el gepero mayor tiene un buen ganado prestigio y lo de correr aventuras solo lo hace Paco, alguna vez.
En esta versión de la excursión hicimos lo debido para evitar la parte más fea y nos entretuvimos en las cárcavas y la hoz del Lozoya.
Conseguimos comer en la fresquita, que era harto difícil y dedicar la tarde a patear y recrearnos en la hoz.
JP

manolo dijo...

Una crónica divertida y muy agradable de leer de una marcha que me pareció impresionante, no sólo por la cárcava, sino por la parte final de cortados que yo nunca había visto.
El extravío y posteriores penalidades de los autodenominados "marchoflautas" tuvo su compensación en la alegría del reencuentro y la comida en tan agradable lugar.
Miguel

JP dijo...

Me podrías explicar Chicho la gráfica del recorrido en la que aparece un pico entre el km 10,5 que sube hasta los 900ms?

Anónimo dijo...

Muy fácil, ya te lo expliqué en la marcha de hoy por la Pedriza nevando. Desde la base de la presa hay dos posibilidades para salir de ella, una la que seguisteis todos y la otra es la que seguí yo, que no hace más que ir a buscar el camino que por lo alto de la presa sigue el GR-88, y que forma parte de la construcción de la misma, ya que está protegido por una balaustrada que impide que nos despeñemos.

Chicho