jueves, 20 de diciembre de 2012

BREVE CRÓNICA DE LA RUTA “CAMINO DE LOS CIPRESES” O “ LA SENDA DE LOS INMORTALES” 19-12-2012



En un día triste y gris, nos fuimos reuniendo  los Marchosos en torno al cementerio de Alpedrete de la Sierra. Algunos llegamos a la hora pactada y otros  con cierto retraso que intentaron justificar con vagas excusas. Completado el grupo: JL, JP, J, P, Ch, MA, P, y M,  tomamos una pista de tierra por la que caminamos en agradable charla. Más adelante, el camino comienza a ascender suavemente hasta llegar a una casa bastante grande y en ruinas que fue casa de los guardeses. Nos llamó especialmente  la atención el silencio, quizá acentuado por la soledad del paisaje y lo brumoso del día.
A un lado del camino, entre pinos, nos detuvimos a tomar los panchitos y pudimos disfrutar de un riquísimo vino (Protos) que Paco, estirándose por fin un poco, había traído en su bota nueva.
Después, ascendimos por un empinado cortafuegos, y aquí, ya no sé si antes o después o cuándo, porque debo confesar que no me acuerdo, el caso es que algunos marchosos rebeldes, entre los que estaban, por cierto, los del retraso, se separaron del grupo, parece ser, que en busca de níscalos y causaron gran preocupación  en el resto de los Marchosos.  
Afortunadamente pudimos establecer contacto telefónico y quedamos en continuar la marcha y esperar más adelante en el lugar de la comida.
Seguimos por una senda en la que todavía se podían ver restos del otoño, y pronto llegamos al lugar en el que se alza  la hilera de cipreses, que en realidad son unos pocos y no es para tanto.

 Más adelante, en un pinar,  esperamos a los rezagados que no tardaron en llegar (con el vino, porque Paco era de los rebeldes) y comimos nuestros bocadillos, ensalada, chocolate en grandes cantidades y café. El suceso más destacable es que encontramos allí mismo un (1) níscalo bastante grande.

Bajamos tranquilamente a Alpedrete, nos despedimos, nos deseamos feliz Navidad y feliz Solsticio y nos fuimos, algunos a tomar café, y otros, como no tenían gasolina, por un camino de cabras que un lugareño les dijo que era más corto. ¡Qué habrá sido de ellos!

Miguel



P.D. Los pérfiles los mandó MA por el correo. No sé ponerlos aquí Pongo los de JL



Addendum al relato (con el permiso del autor)  para completar el de la excursión con el comentario de  Chicho en su correo relativo al recorrido que hicieron unos incontrolados:



Este es el camino que algunos "incontrolados" siguieron durante la excursión de ayer. Paco y yo vimos a un hombre de rojo, que luego resultó JP, que acababa de pasar uno de los puentes que salvan el arroyo de Robledillo, el camino hacía allí resultaba tentador, ya que aparecía construido con bordillos de pizarra y un poco comido por las jaras, así que le chillamos a JP y le dijimos que bajábamos a "salvarlo". Y bajamos, y resultó que él ya se había escapado por allí en una de las excursiones anteriores. Resulta altamente recomendable esta variante, ya que además de lo hermoso del recorrido, descubrimos una zona de niscalos que aparecieron por sorpresa (ver mapa-"niscalos") y que pusieron muy contento a Paco. Cogimos a continuación el forestal para ir hacia el GR-88 (ver mapa) y descolgarnos hacia el puente que permite la subida hacia el Camino de lo Cipreses (ver mapa). La bajada es una delicia, no sólo se ve las cumbres a cuyo pie construyeron la presa de la Parra, sino que se ve el camino que en otra ocasión hicimos para volver a la presa del Pontón de la Oliva. El Camino de los Cipreses sorprende, ya que a uno de sus lados, se plantaron cipreses hace mucho tiempo y lo hicieron en la zona que en el mapa se denomina Las Granjas. Todos nos preguntamos la razón de su existencia.

5 comentarios:

JP dijo...

Primero de todo declararme autor del addendum que pretende completar el relato y por tanto del pequeño desajuste en el formato(fondo blanco) que no tengo ni idea de como se arregla.
Respecto al relato del jefe de excursión, creo que olvida el bonito recorrido que se hace acompañando en el bosque al arroyo de Robledillo(punto dónde algunos salieron del grupo) hasta llegar a la pradera, en la que se encuentra con el río Lozoya después de salvar éste la presa de la Parra. Que por cierto cuando se sube por el cortafuegos la vista del rio Lozoya y la presa con esas praderas es majestuosa. Desde el collado del final del cortafuegos se ven unos impresionantes meandros del río.
Creo que la excursión deberíamos ya definirla con la extensión.
Que por cierto, la motivación de bajar al Robledillo no eran las setas(fue un encuentro casual) sino ese arroyo y el paisaje que lo rodea incluída la chorrera que hay al lado del puente.

Anónimo dijo...

Esto de las setas es imprevisible. Parece que la hora de salida que tenemos, 11.15-11.30, no permite que rastreemos ( bueno los seteros de grupo) con ventaja el entorno de la excursión, si además sólo nos aventuramos por el entorno próximo al camino , resulta casi milagros que encontremos algún, en este caso, níscalo. Pero ya había repartido Miguel Angel los riquísimos Ferrero Roche ( ¿es él el representante?) cuando el otro Miguel, no sé a que urgente necesidad iba, nos llamó para que observáramos el hermoso níscalo que estaba esperándole a escaso metros de donde comíamos. Era el mejor de la jornada. No sé si hay foto, pero valía la pena haberla hecho, además ¿cómo no lo habían descubierto?. Bueno, esto y el porqué de la plantación de los cipreses que dan nombre a la excursión queda en el aire.

Chicho



JP dijo...

Quiero hacer explícita referencia a dos cuestiones derivadas del relato de sobre la última excursión:
- primero apreciar y valorar es nuevo "trabajo" que nos hace Pablo que es casi magia y que me parece muy interesante. Será divertido cuando lo pueda ver junto a mi nieto
- segundo, pues un poco lo de siempre que habría que debatir si es que cuesta mucho leerlo e identificarse o más bien no resulta nada interesante, o seguramente no se sabe que decir.

Desmoraliza un poco...

manolo dijo...

En primer lugar, disculpadme. Con todo el ajetreo de las fiestas, los turrones, las comidas de la abuela (va por mi esposa) y mis cuentos, no me quedó ni un minuto para comentar esta estupenda crónica de Miguel, los añadidos de JP, las fotos, los perfiles de la marcha, etc.
En segundo lugar, tiene razón JP, tendríamos que usar más esta herramienta de nuestra memoria histórica (referida a nuestras andanzas.

Gracias por toda la estupenda información.
Saludos.
Manolo

manolo dijo...

El camino de cabras en el coche de Jero nos condujo a través de 1000 curvas y unos mil baches hasta Patones donde ya respiramos tranquilos pues la aguja del deposito de gasolina indicaba que si no aceleraba mucho podríamos llegar a Torrelaguna sin empujar al coche. En efecto llegamos a la gasolinera y el premio fue que el litro de gasolina mas barato de España.
Saludos JL