jueves, 4 de abril de 2013

Marcha al Collado Cabrón




Nos reunimos los Marchosos en Canto Cochino a la hora prevista y, tras un breve intercambio de opiniones, decidimos iniciar la subida hacia Collado Cabrón al revés de lo previsto.
Mientras terminamos de ajustarnos las botas, las mochilas y demás, nos saludan muy contentos los niños y niñas de un grupo escolar que va de excursión acompañado de  sus resignados profesores.
Aunque La Pedriza ya es de sobra conocida por todos nosotros, siempre es un placer andar por esta formación granítica, única en el mundo, y en especial en un día como el de ayer cubierto por nubes que amenazaban tormenta.
Tras una breve marcha por el bosque de pinos, y tras superar una fuerte subida, llegamos al Collado Cabrón propiamente dicho y con perdón. Allí tomamos los frutos secos y el vino de la bota de Paco el Botero.
Continuamos nuestro camino hacia la Charca Verde con la intención de  desviarnos en el primer sendero que gira a la derecha, pero nos lo pasamos, seguimos bajando y cuando se acaban los pinos y el paisaje se abre a una pradera rodeada de imponentes rocas, descubrimos con sorpresa una gran manada de cabras que pastan tranquilamente vigiladas por algunos cabrones (¿quizá de ahí lo de Collado…?), que no se asustan cuando nos acercamos. Las fotografiamos a placer y continuamos nuestra ruta hasta  el siguiente sendero que nos lleva a una  charca que no es la Verde, pero que es igualmente impresionante.
Bajamos hacia Canto Cochino por la orilla del Manzanares que va repleto de agua con una fuerza como hace tiempo que no se veía y acompañados por decenas de buitres que planean en el cielo tormentoso.
Aquí se produce una breve separación: J.L. y Fernando por un lado, Jero, Chicho M.A. y Manolo por otro y Paco y M por otro, pero finalmente nos reunimos   en los coches y partimos hacia el restaurante de Manzanares ya conocido por todos, donde disfrutamos de una agradable charla, una estupenda comida y dos botellas de excelente vino ( lo del vino gracias a Paco, todo hay que decirlo)
Hemos subido a Collado Cabrón, hemos pasado un día estupendo, hemos comido bien,
¡qué cabrones somos!

5 comentarios:

JP dijo...

Me doy cuenta que para los que no asisten a una excursión, es en alguna medida una forma de participar el poder tener esta información al alcance de un clic.
Parece que finalmente no os mojasteis por los pelos y os hicisteis una gastronómica al uso. Casi me puedo imaginar los chascarrillos y sobre todo el momento de elegir el vino, con Paco escudriñando la carta para obtener una buena relación de calidad/precio.
Esperaremos a todas las fotos para terminar de empaparme de la excursión.

Anónimo dijo...

La Pedriza siempre sorprende. Me impresionó la cantidad de agua que había por todas partes, tanto el arroyo de las Dehesillas como el Manzanares rugían de una manera desacostumbrada.Luego, el bonito espectáculo del rebaño de cabras, luego, la preciosa vista de la segunda Charca Verde (más pequeña).

Paco.

manolo dijo...

Una excursión para disfrutar del paisaje y del agua. La aparición del rebaño de cabras y de los buitres fue un espectáculo para todos, en especial para los que suelen llevar la cámara. Aunque la subida fue algo dura, mereció la pena.
Saludos.
Manolo.

Anónimo dijo...

A mi me sorprendió más el rebaño de compañeros de edad que comían por parejas en las mesas de piedra que hay enfrente de uno de los aparcamientos cercanos a Canto Cochino. El autobús los esperaba a 50 metros. Bien pensado era una excursión preciosa, si no has visto la Pedriza nunca, el espectáculo de todas esas rocas y el río, en esta ocasión, tan rugiente, supongo que sería un buen recuerdo para llevarse a casa.

Chicho

Anónimo dijo...

Como ya he dicho en algún otro foro, me encantan las fotos de naturaleza que ha hecho, supongo MA. Esas cabras con sus machos, que por cierto no creo que Chicho se acercara mucho, hasta el rio que no parece un aprendiz si no un veterano en el que se pudiera hacer hasta rafting.
No obstante sigo observando que la falta de líder carismático esta dejando huella y cada uno escoge a su GPro de turno y se lo monta por libre.
Pablo