jueves, 6 de junio de 2013

Ruta 262 Pinar de la Acebeda

Nos reunimos en el punto de partida de esta excursión, es decir, en el aparcamiento que queda junto a la cola del embalse de Puente Alta (otro que une al nombre el adjetivo en femenino como la Puente Mocha) al final de la carreterilla que menciona Campos. Antes de llegar encontramos algunos coches aparcados de pescadores de caña.
 

Jero, JG, JL, MA, Fernando, Juan Ángel, Pablo y el que suscribe, jefe de turno, ayudado con eficacia por MA, que llevaba la ruta estudiada y grabada en su GPS, hacia las 11.15, con tiempo primaveral, comenzamos a caminar tomando el sendero que queda a la izquierda de donde dejamos los coches. Continuamos por ese sendero entre pinos, robles y zarzas con el río Frío a nuestra derecha hasta alcanzar y rebasar la toma de agua del acueducto de Segovia.

Una hora después paramos a echar un trago de Rioja y reponer fuerzas. Y desde ahí tomamos la pista asfaltada, dejando el río a nuestra derecha hasta que se acabó el asfalto y cruzamos por un vado el citado río. En ese punto iniciamos una suave subida, siempre con el río a nuestra derecha y por su margen izquierda, hasta abandonar el camino y entrar en una zona llana y verde donde encontramos un buen lugar para comer, junto a una encina y con vistas de Segovia.

La nube negra que nos perseguía comenzó a dejar caer agua y granizo, pero afortunadamente fue solo un aviso de lo que vendría después. Comimos sin lluvia pero con un vintecillo fresco; después no hicimos tertulia por la amenaza de tormenta y porque Fernando quiso sacarnos ventaja y marcharse solo. Pronto recogimos y le seguimos hacia el Pinar de la Acebeda, sin conseguir ver los acebos ya que la tormenta se acercaba con truenos y relámpagos. Cruzamos una valla de piedra y caminamos huyendo del agua y los rayos que nos seguían los pasos. Menos mal que hice caso a Jero y me llevé el anorak porque algunos que no lo hicieron se pusieron de agua hasta los huesos.

Llegamos pronto a los coches y los norteños se marcharon a casa, los del sur paramos al final de la carreterilla de entrada al embalse en un hostal a tomar café. El dueño nos dio un folleto con los precios de las habitaciones con baño, bastante asequibles para pasar una noche o un fin de semana o, incluso, para dormir una siesta hasta las nueve. Sospechoso. El restaurante disponía de horno, lo cual parecía indicar que pueden asar cordero y cochinillo. Desde allí, regresamos a Madrid.

7 comentarios:

manolo dijo...

Fue una excursión corta pero muy interesante y muy bien descrita por Manolo.
El río que desemboca en el embalse es el Riofrio y en la primera parte del camino fuimos con él a nuestra derecha, pues tampoco vimos la senda que dice Campos que deja el río a la izquierda.
Está jalonado de indicaciones con el anagrama del acueducto y es que se pasa por la antigua toma de aguas del acueducto , donde actualemente también hay una toma de agua.
Lástima que el aguacero no nos dejó disfrutar la última parte; yo tenía un medio catarro pero afortumadamente no ha tenido consecuencias.

M.A

Manolo dijo...

Luego cambio el nombre del río, MA. Muchas gracias por la corrección.

Anónimo dijo...

La verdad es que MA está adquiriendo una eficacia con el GPS que como Chicho no haga un master le va a quitar el puesto.
Primero fue JS con su disco duro y experiencia el que nos daba confianza, luego paso el testigo a JP que basándose también en su experiencia y añadiendo un fino olfato nos dirigía con muy buen resultado, hasta que las nuevas tecnologías bien aplicadas y soportadas por informaciones de la red la que dieron paso a nuestros a nuestros actuales pastores siempre a la greña con la voz de la experiencia. No sé lo que aguantaremos esta promoción de marchosos pero podemos estar tranquilos ya que hay gente preparada para seguir llevando el grupo por el buen camino.
De lo que no hemos encontrado sustituto o alumno aventajado es del Tío de la Bota ya que las nuevas tecnologías lo único que nos permiten es un hardware de plástico que introducido por la boca de las botellas nos permiten dar cuenta de ellas a una velocidad que en estos tiempos de crisis puede ser objeto de críticas por parte de la UE.
Pablo

JP dijo...

Como siempre Manolo cuida el fondo y sobre todo la forma y dice:
"La nube negra que nos perseguía comenzó a dejar caer agua y granizo, pero afortunadamente fue solo un aviso de lo que vendría después".
Yo diría que desafortunadamente porque una tormentita cuando uno se va ya para caso es un regalo.

Para los que no hemos ido, resulta que sin las fotos ni el vídeo se nos hace más duro. Pero una buena tormenta, viendo como se mojan los demás(y hasta yo mismo) es algo que yo hubiera disfrutado.
Merece comentario la reflexión de Pablo sobre como se ha evolucionado a nivel de orientarnos en las marchas. Está claro que el espíritu de aventura se ha ido perdiendo o más bien algunos no lo han tenido y quieren desenvolverse en la montaña como si estuvieran en el pueblo mismo. Supongo que la mayoría de los geperos lo hacen por propio divertimento más que por temer perderse.

JP

manolo dijo...

Desde luego, Pablo, ya es difícil que nos perdamos. Y el vino de botella con pitorro de plástico tampoco está peor que el de la bota.

Y,como dice JP, una tormenta vista desde cubierto puede ser preciosa, incluso un motivo de inspiración. Yo decía que fuimos afortunados de poder comer en seco. Lo que vino después fue un aguacero tremendo.
Manolo.

Anónimo dijo...

En esta excursión intervinieron dos ríos (o arroyos, según se quiera ver. El primero el Río Frío del que los romanos tomaron el agua para su acueducto y el segundo, el río de Los Peces, aunque por el agua que llevaba no debía tener muchos.
JesusG

Anónimo dijo...

He tratado de localizar las excursiones que hicimos al pinar de la Acebeda en 2004 y 2008, y sólo he conseguido encontrar fotos, nada del camino que seguimos, al menos en el 2008 en que ya tenía GPS, pero no encuentro nada. El vídeo de Pablo muestra las imágenes de la zona en que se toma el agua para el acueducto, pero yo esa zona sólo la recuerdo de la ultima excursión que hicimos al Rancho de Santillana(2012) y no de cuando anduvimos por allí en el 2004 y 2008.

Mi hija suele decir que los miércoles no llueve, pero se ve que tiene que añadir "cuando va mi padre de excursión".

Chicho