miércoles, 18 de diciembre de 2013

La Barranca. 18 de diciembre del 2013

Participamos en la excursión elegida (ruta 111 de la web de Andrés Campos) los siguientes marchosos: Chicho, JG, Jero, MA, Miguel, JA, Pablo y Manolo. No pudieron acompañarnos: JL, JP, Fernando y Paco, tampoco JS, que sí estuvo en la anterior.
Los datos relevantes en cuanto a recorrido, kilómetros y desnivel de la ruta se reflejan en las curvas que se incluyen más abajo.
Dejamos los coches en el aparcamiento situado al final de la carretera de acceso al valle de la Barranca, enfrente del hotel, y comenzamos la marcha con niebla por el camino forestal, rodeado de pinos, subiendo por la margen derecha del río Navacerrada.
Al  llegar a una encrucijada, a un kilómetro aproximadamente del comienzo, dejamos el camino forestal y tomamos la senda Ortiz, que hicimos sin niebla, hasta la explanada que antiguamente ocupó el Real Sanatorio de Guadarrama. Nos permitimos un descanso y tomamos unos frutos secos con un trago de vino; unos quince minutos después retomamos la marcha, de nuevo con niebla espesa, hasta el Mirador y luego la fuente de la Campanilla donde comimos, sentados en un banco, los bocadillos con un frío intenso.
Después de comer y comentar algunos temas de la actualidad española regresamos a la pista forestal para continuar hasta los coches. Nos cruzamos en el camino con algunos excursionistas, pocos.
Habría que destacar que uno de los nuestros, se escaqueó a fin de buscar un par de “geocaches”, que encontró, pero cuando nos alcanzó a los demás, antes de llegar a la explanada donde descansamos, se dio cuenta de que no llevaba la mochila. Decidió volver a buscarla, y la encontró junto a su coche, en el aparcamiento. Comió solo y luego hizo el camino inverso al nuestro y nos encontramos a unos tres kilómetros de la meta. Acabamos la excusión temprano, a eso de las 15.30 y volvimos a casa después de desearnos felices fiestas.
Habría que subrayar también que no nos cayó ni una gota de lluvia. Y que Pablo, sustituto portador de la bota, recaudó el dinero necesario para reponer el vino que beberemos en próximas marchas.

4 comentarios:

manolo dijo...

Una descripción muy precisa de una ruta, que por otra parte era archiconocida el grupo. Yo era la primera vez que la hacía y me gustó mucho a pesar de que la niebla no permitió admirar las vistas; solamente en un momento de apertura de la niebla pudo verse la cima de La Maliciosa que emergía cómo un coloso. A pesar del desnivel de casi 400 metros , el perfil es suave y se hace de forma muy cómoda. De la anécdota del macuto perdido, debemos tomar nota todos los que con bastante frecuencia comenzamos a tener despistes.
M.A

Anónimo dijo...

Yo fui el que olvidó y recuperó el macuto. Se había quedado al lado de coche en la parte de las ruedas delanteras y poco visible. Lo que me resulto sorprendente es que tarde es que tarde 5 Km en darme cuenta que no lo llevaba y solo porque Manolo me lo dijo lo descubrí.
Como dice Miguel Angel cada vez nos pasaran más este tipo de despistes.
JG

Chicho dijo...

La felicidad de caminar sin esfuerzo se lleva muy bien, por lo que hay que estar vigilantes, si uno va muy cómodo es que posiblemente vaya sin mochila o esté en una zona sin repechos. En el futuro veros más anécdotas cómo esta, esperemos que le sucedan a todos.

Hablando de la excursión, a mí se me quedó grabado el chorizo tan apetitoso que sacó Juan Angel en la Fuente de las Campanillas, estuve a punto de pedirle un trocito, pero me dio vergüenza.
Soy viejo y tonto.

Chicho


Anónimo dijo...

La verdad es que la excursión estuvo muy bien, ya no me acordaba de muchas cosas y sobre todo no conocía la Fuente de la Campanilla, es un lugar muy coquetuelo para tomarse la tortilla y los filetes empanados.
Por cierto en dicho lugar conseguí sacarles la pasta del vino a los que estaban allí. Ya quedan menos.

Pablo