sábado, 11 de marzo de 2017

LA CHORRANCA 8 de marzo de 2017

La excursión a la Chorranca, que ya hicimos en 2015 y que, casualmente también propuse yo,  comenzó a las 11 h. del miércoles 8 de marzo.
 Partimos de los aserraderos de Valsaín con una temperatura primaveral, casi veraniega los marchosos Jero, Chicho, MA, JL, JA, Paco y Miguel. Remontamos el primer tramo, con bastante pendiente y nos encontramos con un numeroso grupo de excursionistas bastante más cascados que nosotros, aunque parecían de la misma edad más o menos. El grupo era mixto y algunos se habían  detenido para atender a una de las excursionistas que se había mareado. Hicimos algunos comentarios irónicos y seguimos marcha con nuestro “ego” reforzado.
                                          Cada uno a su bola
Todo seguía como en el 2015, sólo que los árboles no tenían las hojas de otoño de entonces. Tampoco encontramos al ternerito que andaba perdido la otra vez y que ya se habrá hecho mayor o se lo habrán comido.
Llegamos sin problemas al Cerro del Puerco desde donde disfrutamos de unas vistas espectaculares hacia Valsaín por un lado y La Bola del Mundo nevada en su cara sur por el otro. También volvimos a ver las fortificaciones y trincheras de la guerra que se mantienen en muy buen estado.



 Seguimos camino bastante empinado hasta la Chorranca


que traía bastante más agua que en 2015 y desde allí, sin incidentes notables, llegamos al pie de la silla a la que subimos unos sí y otros no. Contemplamos las vistas de Segovia y la granja, nos sentamos en la silla y, de vuelta, ya todos reunidos, comimos, charlamos, repartimos chocolates, bota, petrolato, turrón, café…y, tranquilamente volvimos al punto de partida; el aserradero de Valsaín.

Estamos igual que en el 2015, o mejor





2016


                             2015


Los del suroeste nos fuimos a tomar café a Valsaín, donde dimos con un restaurante argentino que ya estaba cerrado, pero  el dueño nos atendió muy amablemente y nos dio, como todos los argentinos, conversación.  

Miguel

2 comentarios:

Miguel Ängel Lázaro dijo...

Últimamente no nos juntábamos tantos en una excursión. Se dio la circunstancia que se reintegraba Miguel, después de su estancia en tierras argentinas y Jero pudo venir por no haber sido llamada al quirófano. La excursión transcurrió como en 2015, quizás con algo más de agua en los arroyos, que provocó una caída de José Luis al saltar un arroyo. Espero que no haya sido nada.
A la vuelta hubo intentos de evitar la carretera y al finar parece que Chicho ha encontrado una solución que envío el otro día por correo. En fin, un buen día con esa maravilla de chorrera y paisajes, aunque algunos echaban de menos la nieve.
Miguel Ángel Lázaro

Chicho dijo...

Los pinos albales siempre impresionan cuando uno se coloca a su pie y dirige la vista hacia lo alto, han sido bien educados y durante toda su vida no se tuercen. En sus ramas juguetean unos pájaros que no paran de cantar "pichi-pichi" o algo similar, posiblemente contentos de que la primavera se adelante y ellos ya puedan empezar a buscar compañera/o. No está mal el sistema, en muchos de ellos, de hacer un contrato anual, incluso algunos/as con polígamias anuales. No sé porqué la Iglesia, tan aficionado a poner ejemplos de la naturaleza, no los escogió para que tratáramos de seguirlos en su conducta. Las mayor parte de los humanos seríamos capaces de un contrato similar y también nosotros cantaríamos pichi-pichi durante esos meses.

Chicho