jueves, 28 de septiembre de 2017

Precalentamiento para la gastronómica en Navacerrada 27 septiembre 2017


Siempre acostumbramos a reunirnos al comienzo de otoño para dar el pistoletazo de salida  a la temporada de senderismo de los Marchosos, y lo hacemos para relajarnos de nuestra temporada veraniega (un poco más!!) y contar a los que aún acuden a la llamada del cuerno montañero. 

Esta vez empezaré por los que no han podido acudir por diferentes razones a esa llamada : Fernándo, Jesús, Paco ,Pablo y a última hora JA. Los echamos de menos!. Los que sí acudimos : JL, Miguel, Miguel Angel, JGC, JP, Jero, Manolo y yo, nos dispusimos a comenzar el rito.

El rito es muy sencillo : una pequeña excursión con premio final por no haber hecho nada en un restaurante de la zona.

Esta vez, como siempre, escogimos primero el restaurante , El jardín de Felípe de Navacerrada, y después nos preguntamos qué se podía hacer por sus alrededores. Ya habíamos estado en junio por la zona, esa vez subiendo al cerro de las Golondrinas, pero en esta ocasión, aunque se ofertaron marchas con 500 m de desnivel, el "pueblo" se inclinó por algo sencillo y romántico : un paseo alrededor del embalse de Navacerrada. La dureza de la excursión la indica el que pocos llevaban bastones y menos mochila. Vamos, íbamos en plan juguetón. 


El embalse puede ser bonito cuando está lleno, pero deprimía un poco ver lo bajo que estaba y lo lejos que quedaban sus orillas. Bueno, uno se consolaba pensando lo felices que deben ser los habitantes de las urbanizaciones que lo rodean por todos su perímetro (excepto por su cabecera) en la época de plenitud de aguas, paseando y viendo a los muchísimos patos que descubrimos en nuestro paseo (patos pequeñisimos!, será por la cantidad de agua que había y que no permite patos de más calado?).

He de decir que comenzamos la marcha preguntándonos por JA. Este joven, es el culpable de que aún estuviéramos derrengados algunos de los que hicimos la excursión del miércoles pasado a las Torres de la Pedriza. Se dijo que se había roto un dedo del pié en una marcha del día anterior. Parece imposible, bota por medio. Lo castigó Dios?. Nunca se sabrá, ya sabemos lo silencioso que es nuestro Dios.

Algunos tontos llevábamos GPS y Oruxmaps y al final no nos creíamos la hazaña que habíamos hecho : 5.8 km. Bien es verdad que en ese pequeño perímetro había 2 geocachs y uno de nuestros cazadores había podido dar con uno, así que tuvo 50% de felicidad.

El final, muy gozoso cómo siempre que nos sentamos a comer alrededor de una mesa, transcurrió sin mencionar a Cataluña. No fue desprecio por el tema, yo creo que fue cansancio.



Después de comer nos dimos una vuelta por la carretera de salida hacia Villalba, antes de despedirnos. En parejitas, íbamos dejándonos sorprender por algunas de las mansiones que aparecían a la vera de la carretera, grandes, algunas ya en deterioro, pero siempre nos hacían recordar épocas pasadas de esplendor. Qué bien lo debieron/deben pasar sus propietarios !. Muchas (todas?) estaban cerradas, era miércoles, posiblemente se animen un poco más en fin de semana.

Chicho




5 comentarios:

Manuel Navarro Seva dijo...

Gracias por la crónica, Chicho. Un paseo sin desnivel y cortito, lo suficiente para no sentir remordimientos a la hora de comer. Ya diréis cuándo es la próxima. Cuanto antes mejor.
Saludos,
Manolo

Jesus GC dijo...

Muy bien descrita la crónica con realismo y nostalgia. Como rodeamos el pantano en su totalidad tenía curiosidad por saber de donde recibía el agua. Al final pasamos por una zona húmeda y un pequeño arroyo (río Navacerrada) que aunque tenía un puentecillo de madera se podía cruzar fácilmente de una zancada.
El restaurante cumplió las expectativa pero me sorprendió que empezó a llenarse a partir de las tres de la tarde. ¡Horario españo! así nos va.
Jesus GC

Anónimo dijo...

No hay mucho que añadir a la descripción de la jornada. ya está descrita y comentada. Solamente tuvimos la pequeña incidencia de esperar a la hora de los frutos secos a J.G que andaba buscando geocaches
Yo consideré esta caminada tan sencilla cómo una justa compensación al sobreesfuerzo, más allá del límite que exigía el pundonor, de la marcha del miércoles anterior. Por ello no sentí remordimientos por ingerir la comida a pesar del poco esfuerzo realizado.

Miguel Ángel Lázaro

JP dijo...

Vamos a ver Chicho, ese título es algo equívoco. Llamamos Gastronómica a la jornada atípica en la que no se hace una marcha normal con comida en el monte, sino que como el objetivo ese día, es que nos podamos reunir todos y comer en un restaurante cercano a zonas de monte.
Para eso se elige una marcha que ocupe la mañana, que esté relativamente cerca del restaurante y que no sea excesiva para que valga para todos incluidos los que no van cotidianamente a las marchas.
Así pues "precalentamiento para la gastronómica" es confuso porque en realidad lo que estás describiendo es la propia jornada gastronómica que incluye paseo y comida. Si acaso sería "paseo de precalentamiento(es decir hacer apetito) para la comida de la gastronómica.

Por lo demás todo muy bien, con buen rollo y la intención sobre todo.

JP

Chicho dijo...

Las entradas en Marchosos se dedican a describir la jornada en el monte, aunque siempre el título hace referencia a la marcha que se hizo(Las Torres,Los Altos de Hontanar,...). Yo quise esta vez mencionar que la marcha era un precalentamiento para la actividad principal del día: la comida gastronómica. Posiblemente otro título menos rebuscado hubiera sido más adecuado, aunque "precalentamiento" quería además transmitir la sencillez de la marcha, la más fácil de todas las que recuerdo.

Chicho